Tipos de fobia

Las causas de las fobias pueden ser variadas. Hay fobias específicas que surgen durante la infancia y que suelen estar causadas por una situación estresante o traumática para el niño. También pueden surgir como imitación a un familiar o persona cercana que tiene fobia y que el niño acaba haciéndola suya.

Por otro lado, hay otros tipos de fobias, que se desarrollan ya en la edad adulta. Estas fobias no solo proceden de alguna experiencia concreta que haya causado miedo, sino que también están determinadas por la química cerebral, por el equilibrio de nuestros transmisores, que son los que propician que sintamos distintas emociones o estados de ánimo.

Todos los tipos de fobias despiertan una ansiedad ante una cosa o situación, pero además se dan otros síntomas comunes:

• Respiración anormal
• Aceleración del ritmo cardíaco
• Presión en el pecho
• Dolor abdominal
• Temblores
• Escalofríos
• Sudor
• Mareos
• Pensamientos negativos, catastrofistas o distorsionados
• Aceptación de que el miedo es irracional
• Huida de aquello que provoca la fobia

Aunque los síntomas son los mismos, se distinguen tres tipos de fobias dependiendo del origen y tratamiento:

-Fobias específicas. Son los tipos de fobia que menos incapacitan porque se puede evitar fácilmente el estímulo. Al apenas interferir con la vida cotidiana, muchas personas no son siquiera diagnosticadas.

Existen diferentes tipos de fobias específicas: a los animales (serpientes, arañas, ratones, abejas, avispas, perros, gatos, etc.), a situaciones concretas (conducir, subir a un ascensor, avión, a las alturas), ambientales (tormentas, mar, fuego) a otros estímulos (enfermar, atragantarse, a la suciedad).

-Fobias sociales. El miedo en este tipo de fobias es a ser evaluado, juzgado, criticado o generar rechazo en los demás. Es el caso del miedo a hablar en público, miedo escénico o, simplemente, a hablar y relacionarse con los demás. Este tipo de fobia se suele acompañar con baja autoestima y miedo ante las críticas.

-Agorafobia. Es el miedo a los espacios abiertos o repletos de gente ante la sensación de no poder escapar o pedir ayuda. Puede suceder en un centro comercial, un concierto, etc.

El miedo es una sensación normal ante una amenaza real que se puede superar a través de la fuerza de voluntad. En cambio, una fobia requiere de un tratamiento porque no suelen tener una justificación racional.

Cada uno de estos tipos de fobias puede superarse con trabajo y supervisión por parte de un profesional. Sin embargo, las personas con fobias no suelen acudir al psicólogo en busca de ayuda, ya que prefieren evitar el estímulo, aunque eso conlleve ciertas renuncias en su vida.

Puesto que el origen de las fobias es diferente, en MAI Psicólogos desarrollamos siempre tratamientos personalizados que parten, en su gran mayoría, de la teoría cognitiva conductual.

Esta terapia cognitivo conductual consiste, por una parte, en desarrollar una DS (desensibilización sistemática) en imaginación que consiste en visualizar la exposición al estímulo que nos causa la fobia y combinarla con técnicas de reducción de la ansiedad. Eso nos ayuda a asociar la relajación a la exposición.

Así, al iniciar la siguiente fase, que es la exposición progresiva al estímulo, ya tendremos desensibilizado esa aversión hacia el estímulo.

Además, nuestro equipo de psicólogos facilita las herramientas y el entrenamiento necesario para poder manejar la ansiedad, mediante técnicas de relajación, respiración y gestión emocional.

Si el origen de la fobia es un hecho traumático, en MAI Psicólogos podemos combinar esta técnica con la terapia EMDR para reducir las emociones asociadas a esa situación determinada.